martes, 8 de mayo de 2012

Cuidados para el cachorro

cachorros

Los primeros días que pase el cachorro contigo le marcarán para siempre. Por lo tanto, asegúrate de que le das todo tu afecto y atención. Al principio, el animal estará un poco inquieto, por lo que es mejor llevarlo a casa cuando no haya demasiada gente. Déjale explorar su entorno pero no le dejes solo durante mucho tiempo.

En su primera semana, puede presentar un sentimiento de nostalgia debido a la separación de su madre y gimoteará constantemente. Si éste es el caso, mímale un poco y consuélalo, pero no le permitas entrar en tu cama: es una mala costumbre que, posteriormente será difícil de quitar.

Elementos esenciales para tu cachorro

* Un cuenco de agua y otro de comida.
* Un alimento nutritivo y específico para su etapa vital.
* Una cesta o cama.
* Cepillo y peine.
* Tarjeta de identificación (o microchip).
* Collar y correa.
* Champú, cepillo y pasta de dientes para perros.
* Juguetes seguros y de calidad para masticar que faciliten la dentición.

Coger a tu cachorro

Intenta resistirte a la tentación de coger al cachorro constantemente porque su pequeño cuerpo es muy delicado. Cuando lo hagas, sigue estos pasos:
* Coloca una mano sobre su parte posterior y otra bajo el pecho.
* Levántalo con ambas manos.
* Mantenlo junto a tu cuerpo para que se sienta seguro.

Entrenamiento en casa 


cachorro

Cuando haya hecho sus necesidades, asegúrate de alabarle. Desde luego, pueden producirse accidentes, pero cuando suceda no le levantes la voz; tampoco es conveniente que le pegues o le frotes el hocico en sus excrementos. Es demasiado joven para relacionar las reprimendas y los excrementos y, simplemente, sentirá miedo y confusión. Cuando termine, sácalo fuera rápidamente y felicítale.

Cepillado y baño


cachorro

En cuanto al baño, hazlo sólo cuando lo necesite. Demasiados lavados pueden eliminar los aceites esenciales de la piel, haciéndola más mate y menos impermeable al agua. Para bañarlo, usa la bañera o la pila, algo de agua templada y un champú de calidad. Frota su cuero cabelludo a medida que viertes el agua sobre él. Echa suavemente el champú y acláralo. A continuación, lávale la cabeza, procurando que no le entre agua en los ojos y oídos. Acláralo bien y frótalo con brío con una toalla. Cuando haga buen tiempo, puedes dejarle fuera para que se seque por sí solo; de lo contrario, seca el pelaje en un sitio cálido. Asegúrate siempre de que tu can está completamente seco o, de lo contrario, se enfriará.

Dentición y masticación


cachorro

Para ayudar a que salgan todos los dientes y deje de morder los muebles, tu cachorro necesitará algún objeto indestructible como puede ser un hueso de goma o una pelota para masticar. Asegúrate de que estos productos tienen el tamaño adecuado para que no los pueda tragar. Evita los huesos de verdad, ya que pueden astillarse y asfixiarle. Juega con tu perro y su mordedor: dáselo en cuanto comience a morder un objeto 'prohibido' diciéndole firmemente 'No'. Acuérdate de felicitarle cuando mastique su propio juguete.

Para controlar el sarro y la placa dental, es aconsejable nutrirlo con un alimento seco, ya que le ayudará a aflojar los dientes de leche y acelerar así el proceso de dentición. Si la boca de tu cachorro es muy sensible, ablanda la comida sumergiéndola primero en agua. Es importante que este alimento seco sea completo y equilibrado, que no necesite suplementos extra y que no lleve ningún potenciador del sabor.

Cómo detectar enfermedades


* Pérdida de apetito y rechazo del agua.
* Pérdida o aumento de peso súbitos; merma de peso gradual prolongada.
* Lentitud o rechazo a jugar o hacer ejercicio.
* Micciones demasiado frecuentes o escasa.
* Heces con sangre o blandas, sin forma; diarrea.
* Vómitos persistentes.
* Salivación excesiva o respiración irregular.
* Pelo sin brillo.


Viajes con tu cachorro



* Lleva a otro pasajero para cuidar del perro en los primeros viajes.
* No le des de comer en las 2-3 horas antes del viaje.
* Sácalo a pasear antes de salir.
* Lleva contigo su caja favorita, la manta y los juguetes, para que se sienta como en casa.
* Mantén el coche bien ventilado, pero no dejes que se asome por la ventana.
* Detén el vehículo cada una o dos horas para que haga ejercicio, beba y se alivie.
* Premia a tu cachorro al final del trayecto por su paciencia.

Alimentar a tu cachorro


Para los adultos

Para los cachorros

Tu cachorro quemará una cantidad asombrosa de energía durante los primeros meses de vida, por lo que es importante asegurarse de que recibe la alimentación más equilibrada. Piensa que tu perro crecerá tanto en su primer año como un niño en sus primeros 14 años. Cada raza tiene una velocidad de crecimiento, por lo que la nutrición que elijas debe ajustarse a la especie y el tamaño del mismo. Elegir la mejor alimentación es la clave que le permitirá llevar una vida larga y saludable, por lo que sería una buena idea comentar la dieta con tu veterinario, el criador o en tu tienda de animales.

La Calle


La calle es el lugar donde nuestro perro se lo pasa mejor, pero también donde están los mayores riesgos para su salud. Por tanto, conviene tomar algunas precauciones.

Por supuesto, no se trata de sacar a pasear al perro encerrado en una burbuja. Tan solo hay que controlar algunos detalles, cosa que se puede hacer fácilmente y sin tener que dedicar una atención excesiva. El paseo ha de ser una actividad placentera, tanto para el perro como para el amo, y si se presta atención, se evitarán problemas. Por otro lado, los consejos de la siguiente lista son fáciles de seguir, y acabarán convirtiendose en una actitud inconsciente por nuestra parte, de modo que tampoco requieren un gran esfuerzo. Veamos:

  • En cachorros recién destetados (lo que suele significar recién adquiridos) hay que evitar el paseo y el contacto con otros perros hasta que el veterinario les haya puesto su primer lote de vacunas, como mínimo. Es un periodo en el cual su organismo practicamente no tiene defensas.

  • Posibles fuentes de contagio de enfermedades son las deposiciones de otros perros. La orina y heces de otros perros serán tan "sanas" como el perro que las haya producido. Ya que, evidentemente, no podemos saber el estado de ese otro perro, hay que evitar riesgos. Dicho claramente: hay que quitar al perro la costumbre de hurgar ahí.

  • Es difícil. Por instinto el perro olfatea orines y deposiciones, ya que le dan muchisima información acerca del otro animal. En principio, el que olisquee no es problema. Lo que hay que evitar es la tendencia a lamer. Esto puede conseguirse en la mayoría de los casos "castigandole" al primer lametón. De todas formas, si tu perro es macho y olfatea orina de una hembra en celo, no hay educación que valga y habrá que apartar al perro por la fuerza.

  • Peor aún son las basuras. Nunca se le debe dejar hurgar en ellas. En este caso, el riesgo para el perro no es mayor que en el caso anterior, pero si lo es para las personas. La hidatidosis es una enfermedad parasitaria, que al perro no le afecta, en tanto que solo transporta los parásitos en un momento de su ciclo de vida, pero luego lo contagia a las personas, para las cuales puede llegar a ser mortal. Además de las basuras, el perro puede ingerir los parásitos a traves de las heces de otro perro infectado, con lo que volvemos al caso anterior.

  • En la ciudad, el perro siempre debería de ir atado. No es solo cuestión de cumplir las ordenanzas legales (que lo exigen). Es que solo si el perro va atado podremos intervenir rápidamente, mediante un tirón de la correa, para apartarle de basuras, heces, etc, y para evitar que el perro salga corriendo si algo le llama la atención (un gato, otro perro, un niño jugando...) y evitar accidentes. Recordemos que si el perro iba suelto y salta y cruza la calle y es atropellado, la culpa no será de nadie más que de nosotros.

  • Por instinto, un perro macho adulto tendrá tendencia a pelearse con otros machos, y a intentar montar a cualquier hembra que se lo permita. Una hembra, pese a ser menos agresiva, también puede querer pelarse con otras hembras, y si está en celo, dejarse montar por un macho. Solo si van atados les podremos controlar de inmediato. En el caso de que estas situaciones se produzcan (por algún motivo no se han podido evitar), esto es lo que se debe hacer:

  • Pelea: Hay que armarse de valor e intentar separarlos. Si uno de los dos animales es muy inferior, se someterá rápidamente y no habrá más problemas. Pero como ambos sean dominantes, la pelea es "a por todas", y puede acabar muy mal.

  • Monta: No hay nada que hacer. Hay que esperar a que terminen y se separen por si mismos. El motivo es que, por circunstancias anatómicas, el macho no puede salir hasta que ha terminado. Si se intenta separarlos por la fuerza hay un riesgo muy alto de causar lesiones permanentes tanto al macho (afectando a su aparato reproductor) como a la hembra (desde desgarros, hasta rotura del hueso pelviano).

  • En una hembra en celo, hay que limitar el paseo al tiempo mínimo imprescindible. Esto solo dura unos día, y se evita el riesgo de que se produzca una monta indeseada, por no hablar de que la van a perseguir todos los perros y puede acabar asustandose.

Si sacamos al perro a un parque donde hay cesped y se le puede dejar suelto, no hay que olvidar, cuando entremos de nuevo en casa, hacerle una pequeña revisión en busca de garrapatas. Hay que hacer esto también si ha estado jugando con otros perros.

Eliminación de parásitos externos

- Eliminación de parásitos externos

pulga

Un indicio de que hay pulgas es que el perro se rasca a menudo. Si se da el caso hay que mirar a ver si se las vé. En caso afirmativo, no hay más remedio que usar un insecticida. También puede ser conveniente dar al perro un baño con alguna loción antiparásitos. No hay que olvidar desinfectar los lugares de la casa donde el perro se tumba habitualmente, ni cualquier otra cosa que use (mantas, etc...). Los collares antiparásitos suelen ser una buena prevención, pero tienen una duración limitada, por lo que es conveniente leer bien las instrucciones.


garrapata

Se adhieren a la piel más fina del perro (orejas, axilas e ingles), por lo que conviene revisar periódicamente estas zonas y sus alrededores. Nunca deben arrancarse, ya que se rompen, dejando su "cabeza" en el interior de la piel del perro, y pueden provocarle infecciones. Hay muchas formas diferentes que sirven para eliminar las garrapatas. Personalmente, mi favorita es esta: usando vaselina, cubrir la garrapata absolutamente (no hay que tener miedo de tocarla con los dedos, la parte que "muerde" está dentro del perro). Hay que dejarla bien cubierta. 
De este modo, se tapan los poros por donde respira, lo que la obliga a soltarse por si misma y no se le causan heridas al perro. Unos instantes después de haberla cubierto bien, se la sujeta con unas pinzas (sirven unas de depilar), y se dejará llevar. 
No debe tirarsela a la basura, pues sobrevivirá. Hay que liquidarla bien (si decides hacerlo aplastandola, ten cuidado, porque posiblemente esté llena de la sangre que ha chupado al perro y manchará).

piojo

Se dan con menos frecuencia que las pulgas, y normalmente solo en perros callejeros. De todas formas se contagian, también a las personas, por lo que hay que eliminarlos sin contemplaciones. Sirven los mismos consejos que para el caso de las pulgas (uso de insecticidas adecuados, baño antiparásitos, y desinfección del entorno del perro).

Sarna

Son varios grupos de parásitos diferentes. Normalmente no se pueden detectar hasta que la enfermedad se ha producido, por lo que se necesita intervención del veterinario. Hasta que éste interviene, limpiar la piel con un antiseptico.

Baños


- Baños

El baño debe darse un par de veces al año, como máximo, y nunca a cachorros de menos de seis meses. El cepillado periódico y la propia secreción grasa del perro sirven para mantenerle limpio el resto del tiempo. El baño sirve para quitarle malos olores, colaborar en la caida del pelo viejo, y eliminar parásitos.

El agua no ha de estar ni muy fría ni muy caliente (a unos 38º como máximo), y ha de usarse jabón neutro o champú para perros. Debe evitarse que le entre agua en ojos y orejas. También hay que evitar que el perro se enfríe mientras está aún mojado, por lo que se le debe secar bién, con una toalla o un secador (cuidando de no quemarle el pelo).

Si el perro se moja accidentalmente (por ejemplo con lluvia), hay que meterle en casa lo antes posible y secarle bien, y si es posible, manteniendole en movimiento. Esto vale también mientras se está mojando: no hay que permitir que se quede quieto hasta que se le pueda secar.


Pelo


- Pelo

Dependiendo de la raza, basta un cepillado, o es necesario visitar al peluquero. En perros de pastor alemán conviene hacerle un cepillado a la semana, para quitarle pelos muertos y polvo. La grasa natural que el perro segrega bastará, junto con ese cepillado, para que mantenga el pelo limpio y brillante. En el periodo de muda (normalmente va parejo a los cambios de estación: pelo de verano y pelo de invierno) hay que aumentar la frecuencia del cepillado.

El cepillo ha de ser tal que arrastre los pelos sueltos, pero no llegue a arrancar pelo por si mismo.

Uñas


- Uñas

A un perro que vive en el campo, se le desgastarán naturalmente. Si estamos en la ciudad es más complicado. Lo más probable es que le crezcan hasta el punto de resultar molestas para él y para las personas con las que convive, y en el peor de los casos dificultan sus andares. Por todo ello resultará imprescindible cortarselas, pero es una tarea muy delicada (no son como las de las personas), por lo que es conveniente acudir al veterinario.

Dientes


- Dientes

Hay que controlarlos para evitar la aparición de caries. De entrada, el perro no debería comer jamás dulces, azucar o chocolate.Si aparecen caries, sarro, o por accidente se rompe un diente, hay que visitar al veterinario de inmediato.

A nivel más cotidiano, basta con darle regularmente trozos de pan duro y seco. Al masticarlo, el perro hace su propia limpieza. También se le pueden cepillar los dientes con un dentífrico o bicarbonato (si se deja... posiblemente decidas que el pan duro es una opción mucho mejor ;-)

Orejas


- Orejas

Si se acumula cerumen hay que quitarlo cuidadosamente, tal como haríamos en el caso de una persona. Pero hay que hacerlo con mucho más cuidado, ya que por la forma de las orejas del perro, si simplemente soltamos las escamas de cera, caerán al interior, pudiendole dañar el conducto auditivo. Si no estamos seguros de cómo hacerlo es mejor dejarlo en manos de un profesional.

Hay que prestar atención especial a los perros de razas que tienen las orejas caidas, que además de acumular la suciedad "normal", pueden convertirse en nidos de parásitos.